Capítulo VII
Empiezo a ser consciente de mi misma y me encuentro lidiando por salir de una especie de trance, de sueño profundo que me apalanca a la cama. Consigo abrir los ojos, la habitación está en calma, un color tostado en las paredes me anuncia el medio día. La lucha interna continua y trato de sacar a mi cuerpo de una sensación de “bajo el agua”, el sonido del teléfono me ayuda a salir a flote, es Harry, lo cojo casi por inercia sin saber todavía si podré mediar palabra, me cuesta un buen rato entender de lo que me está hablando.
- “Harry, espera, ummm, mas despacio, ni siquiera me he tomado un café, todavía sigo en la cama, joder no me acuerdo ni de como llegué aquí, debí haber estado horas escribiendo.”
- “Ah, mi Amy, sabía que podía confiar en ti, ya empezaba a pensar que había sido una mala idea el dejarte ahí sola, pero esta mañana cuando recibí el mail con las historias, que alivio, y mas cuando he empezado a leerlas, es de lo mejor que has escrito, francamente, creo que esto es lo tuyo.”
- “Pero Harry, no recuerdo haberte mandado nada… no, estoy segura de que no lo hice. Estuve escribiendo hasta las tantas y me fui a dormir, no se en que momento pude… como no te lo enviara sonámbula, mierda.”- Empiezo a ponerme un poco nerviosa, salgo por fin de aquella cama que me tenía atrapada y me doy cuenta que ni siquiera me desvestí para acostarme.
- “Oye, me da igual como me mandes los relatos mientras lo sigas haciendo, ahora solo falta que nos den el visto bueno y ver si no mentían en lo del dinero. Tal vez te haga una visita en un par de días a ver si te falta algo, no quiero que te distraigas con nada, tu quédate ahí el tiempo que necesites y no pares de escribir, joder, si esto sale bien… un momento, si, ahora mismo, te dejo que no se que mierdas pasa con la impresora, ¡dale caña que nos vamos a forrar!”
- “Entonces, ¿les has enviado los relatos a la productora?, ni siquiera me dio tiempo a revisarlos, ¿Harry?, ¿estas ahí?”
No me había dado cuenta en que momento me colgó, estaba absorta revisando el correo electrónico y comprobando que efectivamente las historias fueron enviadas, una sensación de impotencia que me empieza en los ojos y me termina en el estómago haciéndolo rugir me recuerda que es demasiado temprano para todo esto, mas si todavía no me he tomado ni un café para poder digerirlo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario